Se conoce como Dirección Creativa y Artística a los dos elementos básicos implícitos en cualquier proceso de diseño: Ideación y Ejecución. Estos intervienen en todas las ramas del Diseño Gráfico aportando coherencia y solidez a los proyectos.

La Dirección Creativa es la parte encargada de gestionar la conceptualización de la idea que hay detrás de cada comunicación gráfica, además de establecer una serie de directrices para su ejecución con el fin de transmitir un mensaje concreto para conseguir unos objetivos determinados.

Por otra parte la Dirección Artística se encarga de plasmar visualmente lo ideado en la fase anterior mediante la utilización de una serie de códigos visuales ya establecidos, además de controlar el aspecto estético que terminará dando forma al mensaje.